martes, 28 de agosto de 2012

Estimulación vaginal y testicular



Anatomía y estimulación del clítoris, el botón del placer

El clítoris, también conocido como botón del orgasmo femenino, es un gran desconocido no sólo para muchos hombres, sino también para gran parte de las mujeres. Se ubica justo donde se unen los extremos superiores de ambos labios menores, encima de la uretra. Allí permanece inactivo hasta que un roce, una caricia o un recuerdo lo despierta y lo hace emitir señales profundamente placenteras de deseo.


Anatomía clítoris
El cuerpo de este órgano pequeño, pero vital para eldisfrute sexual de la mujer, está formado por dos brazos que se extienden subcutáneamente hacia el interior del cuerpo femenino, mientras que el glande es el extremo que se hace visible.

En este punto existen muchas terminaciones nerviosasque lo convierten en uno de los protagonistas de la sexualidad femenina, pero algunos hombres siguen apostando por la penetración subestimando las caricias y los roces directos o indirectos que se producen sobre el clítoris durante la relación sexual.


La estimulación manual del clítoris


Un buen comienzo podría ser presionar suavemente, pero con firmeza, el monte de Venus y luego seguir con un suave masaje sobre los labios mayores, hasta llegar a los menores y finalmente al clítoris, que espera escondido bajo la capucha que lo cubre.

Según la pareja y la ocasión puedes proponer posturas que favorecen el estimulo sobre la zona del clítoris como la de la mujer encima del hombre, de manera que la pelvis de él rozará la zona de marras; también está la conocida como "el perrito" o "la cuchara", en la que el hombre se coloca detrás de ti y te penetra, de modo que se hace más fácil la estimulación manual del clítoris.





La estimulación del clítoris con la lengua es, probablemente, uno de los placeres más apetecibles para muchas mujeres, sin embargo, tal y como se apuntaba, conviene recordar que la estimulación directa puede resultar incómoda e incluso dolorosa, lo cual no significa que deba evitarse por completo, sino más bien llevar a cabo un acercamiento paulatino, procurando una excitación cada vez mayor y así, progresivamente, rodear el objetivo con ataques esporádicos sobre el glande y observar la respuesta femenina.
Los dedos también pueden jugar un papel importante a la hora de estimular el clítoris. De hecho, cada mujer sabe mejor que nadie cuál es la forma más placentera de hacerlo, así que no estará de más pedirle esta información, ya que en el terreno de la sexualidad, como en tantos otros, cada uno tiene sus técnicas y preferencias. Lo más habitual consiste en realizar movimientos circulares, al principio lentos y sin ejercer demasiada presión. A medida que aumente la excitación se puede aumentar la velocidad y la presión, siempre estando pendiente de la respuesta de la mujer.

El clítoris y el orgasmo

Cuando la vagina disminuye su tamaño alrededor de un 30%, se congestiona y el útero experimenta contracciones rítmicas y placenteras, de lo que estamos hablando es del orgasmo femenino.
Una vez termina el orgasmo el clítoris recupera su tamaño normal, circunstancia que sucede al cabo de unos 10 minutos. Una de las diferencias entre hombres y mujeres radica en que estas últimas no requieren de un periodo de recuperación, o bien este es mucho más breve, razón por la que pueden lograr orgasmos consecutivos.
La relación entre el clítoris y el orgasmo, para muchos profesionales es la única que existe, en detrimento del orgasmo vaginal que otros tantos defienden a capa y espada. En realidad, debido al tamaño total del clítoris, se podrían decir que la penetración vaginal que culmina con el orgasmo, en el fondo –nunca mejor dicho–, se consigue mediante la estimulación de las raíces del propio clítoris.

El punto G

El punto G, llamado así por la inicial del ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg, es una zona esponjosa ubicada detrás del pubis y alrededor de la uretra. Allí se encuentran las glándulas de Skene, con las que se asocia la eyaculación femenina, una efusión de fluidos que responde a un elevado nivel de excitación sexual y fuente de potentes orgasmos. Ahora bien, pocas son las mujeres que presentan estas eyaculaciones. Y no solo esto; también habrá que tener presente las discrepancias que existen sobre la propia existencia de este misterioso punto G. En principio, el punto G está situado en el interior de la vagina, a escasos centímetros de la entrada. Se puede acceder a él introduciendo un dedo y dirigiéndolo hacia la parte superior. Para tener la certeza de haber encontrado la “x” en este mapa de tesoro, nada mejor que atender a las indicaciones de la pareja en cuestión.


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